miércoles, 6 de julio de 2011

Violín - Anne Rice

     Si usted visita frecuentemente mi blog, sabrá ya sobre mi amor hacia Anne Rice y todas sus obras. También ya conocerá la forma en la que alabo los libros de esta autora en mis reseñas.
Bien, pues esta vez, no es la excepción.
     En esta obra a la que Rice llamó Violín, viajamos junto a Triana desde la Venecia del siglo XIX hasta las imponentes capitales actuales.
     Este libro incorpora mucho elementos de la trágica vida de Anne Rice -como la muerte de su madre, padre, e hija-, mismos que hace vivir a su personaje principal, Triana.
     Triana es una mujer atormentada por su pasado y por el hecho de que ama la música, la ama con desesperación, ama también a Beethoven, Mozart y Chaikovski, pero sobre todo ama el sonido del violín; desde niña ha intentado tocarlo en vano, porque ella simplemente no tiene el don para tocarlo. Triana es constante victima de sus recuerdos, porque se siente infinitamente culpable por la muerte de su familia, sobre todo de su hija que murió a los 5 años a causa de la leucemia.
     Entonces, mientras lamenta la reciente muerte de su esposo conoce a Stefan Stefanovski, o por lo menos, a su espíritu, porque Stefan murió hace mas de un siglo. Este ser posee además de un magnifico y antiguo Stradivarius largo, una sobrenatural habilidad para tocarlo. Y su música es capaz de atraer los mas profundos y terribles recuerdos de la gente más desalmada. Esto, sumado a que al parecer, el violín es mágico, también es capaz de viajar a través del tiempo y el espacio para atormentar a cualquier alma.

     Sin duda, violín es otra muestra de la magistral forma de escribir de Rice. Realmente impacta la manera en la que Anne logra convertir las notas musicales en tristes sentimientos y atormentadores recuerdos para después plasmarlos en el papel.
     Violín, es otra lectura obligada para seguidores de Anne Rice, o de la novela gótica, porque si bien,  en este libro Rice no plasma verdaderos paisajes góticos o terroríficos seres, pero narra los más tenebrosos pasadizos y criptas de nuestra propia mente.